San Óscar Arnulfo Romero y Galdámez
Patrón de la Asociacion Sociedad para el Conocimiento y Desarrollo - SOCODE
(Ciudad Barrios, 15 de agosto de 1917 – San Salvador, 24 de marzo de 1980), conocido como monseñor Romero, fue un sacerdote católico salvadoreño, cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador (1977-1980), célebre por su prédica en defensa de los derechos humanos.
Como arzobispo, denunció en sus homilías dominicales, numerosas violaciones de los derechos humanos y manifestó en público su solidaridad hacia las víctimas de la violencia política de su país. Su asesinato provocó la protesta internacional en demanda del respeto a los derechos humanos en El Salvador. Dentro de la Iglesia católica se le consideró como un obispo que defendía la «opción preferencial por los pobres». En una de sus homilías, afirmó: «La misión de la Iglesia es identificarse con los pobres, así la Iglesia encuentra su salvación» (11 de noviembre de 1977).
Reproducimos extracto de su Última Homilía:
Yo quisiera hacer un llamamiento, de manera especial, a los hombres del ejército. Y en concreto a las bases de la Guardia Nacional, de la policía, de los cuarteles... Hermanos, son de nuestro mismo pueblo. Matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice: "No matar". Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la Ley de Dios. Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla. Ya es tiempo de que recuperen su conciencia, y que obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado. La Iglesia, defensora de los derechos de Dios, de la Ley de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación. Queremos que el gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre. En nombre de Dios pues, y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión.
Venerable María Teresa Cámera
María Teresa Cámara, fundadora de la Congregación de las Hijas de Nuestra Señora de la Merced. Nació en San Lorenzo de Ovada en Italia el 8 de octubre de 1818 donde murió el 24 de marzo de 1894. Viene de una familia que vive del trabajo del campo: la pobreza, la vida dura, las penurias del trabajo en el campo, la forjaron como una mujer valiente y de voluntad fuerte. Destaca por su inclinación hacia la vida espiritual.
A los 20 años se unió a las Ursulinas y se consagró a Dios.
Junto a otras chicas que quieren llevar una vida de oración y caridad, se encuentra con los necesitados, ayuda a los enfermos en hogares y hospitales y enseña el catecismo a los jóvenes.
Se llama "el ángel consolador de Ovada".
Las hermanas tomaron el nombre de Hijas de Nuestra Señora de la Merced en 1931 y se dedican a la educación de los jóvenes y a la asistencia de los enfermos y ancianos.