ASOCIACION SOCIEDAD PARA EL CONOCIMIENTO Y DESARROLLO – SOCODE
El Papa Francisco es el Papa de la Sinodalidad, nos habla en su Encíclica Postsinodal Querida Amazonia de cuatro sueños: el sueño social; el sueño cultural; el sueño ecológico; y el sueño eclesial. Nosotros como Asociación, queremos unirnos a los sueños del Santo Padre; por eso, nos hemos empeñado en realizar un estatuto con rostro humano, que supere lo estrictamente jurídico, que posibilite ser samaritano con los otros, para así poder caminar juntos, escuchándonos, y de la mano, para lograr cumplir lo que contiene estos siguientes estatutos:
Inspirados en sus sueños nos manifiesta que debemos basarnos en el sueño misionero (propagación de la fe); el sueño social (doctrina social de la Iglesia); y el sueño antropológico (el desarrollo integral de la persona humana). Estos sueños se concretan en los fines de nuestra Asociación, pues, nuestro País necesita de los principios cristianos, de la educación y de su propia historia para crecer.
Grupo de creyentes que crecieron en la fe y en el respeto hacia los demás, que como samaritanos, tendieron la mano a los necesitados y ahora tienen la oportunidad de brindar y realizar un sueño mucho más grande.
Nuestra institución tiene como estatuto buscar el desarrollo integral de la persona que va de la mano con las doctrinas fundamentales de nuestra iglesia. Un mundo mejor será posible cuando miremos al otro como prójimo, reconociendo su dignidad como hijo de Dios.
Nuestra Obra
Nuestra Visión enfocada es ser la mejor universidad líder en toda Latinoamérica.
Un sistema educativo de calidad permitirá concretar una vida profesional exitosa.
Crecimiento personal y espiritual, que va de la mano de las doctrinas de nuestra iglesia.
Misioneros encaminados en brindar apoyo de la mano de los principios cristianos.
SOCODE
Nuestra asociación con carácter misionero esta encaminado a regenerar un mejor nivel de educación a los futuros jóvenes profesionales.
Participación comunitaria voluntaria que fomenta la unión, solidaridad y enriquece nuestro espíritu misionero con el apoyo de las ollas comunes.
Desarrollo de la persona humana de la mano de la doctrina de nuestra iglesia en busca de cambiar y mejorar como todos como sociedad.
